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oy en día, en que para el urbanismo, el aprovechamiento del suelo es una asignatura esencial, la explotación y utilización del subsuelo está ganando cada vez más importancia convirtiéndose en un aspecto indispensable del desarrollo urbanístico.

En España, dicho interés es relativamente reciente dado que el valor atribuido al subsuelo por la legislación resulta casi inexistente. Esto es debido a que la normativa estatal sólo contempla el régimen jurídico del suelo, siendo las legislaciones relativas a telecomunicaciones, minas, transporte, etc., las que hasta ahora venían realizando la división horizontal del subsuelo. El creciente interés de la legislación urbanística por regular este apartado del suelo es debido, quizás, a los escasos usos que hasta ahora se daba al subsuelo y que, día a día, con el crecimiento de las ciudades y de la población, se van haciendo más necesarios e incluso indispensables.

Han sido las comunidades autónomas, y no todas por igual, las que han abordado este problema en el ejercicio de sus competencias sobre ordenación del territorio y urbanismo, careciendo la legislación existente sobre el subsuelo de una homogeneidad latente entre las distintas comunidades autónomas. En concreto las comunidades autónomas de Castilla La Mancha, Extremadura, Andalucía y Canarias han establecido la presunción del carácter público de la utilización urbanística del subsuelo, pero sin especificar si forma parte del dominio público o hay que considerarlo como bien Patrimonial público.

La ley vigente en Cataluña vincula el subsuelo a las servidumbres administrativas, siempre que sea compatible con el uso privado, procediendo, en caso contrario a la expropiación. En Castilla y León, en cambio, se prohíbe el uso residencial en sótanos y semisótanos, limitando el aprovechamiento del subsuelo a un máximo del 20 por ciento del permitido sobre rasante, a excepción en lo concerniente a aparcamientos. En Andalucía, la Ley 7/2002, de 17 de diciembre, de Ordenación Urbanística de Andalucía introduce la regulación del subsuelo como una de sus novedades más relevantes, no obstante, dicha regulación del subsuelo todavía resulta demasiado parca y contiene muchas lagunas.

Cristian González-Palomino Quintanilla

Letrado de Bufete Génova